Nutrir la confianza de los niños en sí mismos: Guía para madres y padres que practican la crianza consciente
Como madres y padres, queremos que nuestros hijos crezcan sintiendo seguridad en sí mismos y en sus capacidades.
La confianza de los niños en sí mismos puede tener un gran impacto en su éxito a futuro, sus relaciones y su bienestar general. Afortunadamente, hay muchas maneras en las que podemos ayudar a los niños a cultivar la autoconfianza basadas en la pedagogía y la atención plena.
Sentar bases firmes para la autoconfianza
El primer paso para criar a niños con confianza en sí mismos es sentar unas bases firmes para que desarrollen su autoestima. El reforzamiento positivo y el apoyo son esenciales para construir la autoconfianza. Cuando nuestros hijos logran algo, debemos celebrar su logro y su progreso. Por ejemplo, podemos chocar manos con nuestros hijos tras una carrera, o cuando vemos que construyeron una estructura complicada de Lego, podemos decir: “Este es el resultado de tu arduo trabajo. Estoy impresionada de cómo trabajaste en todos estos detalles”. También podemos animarlos a que se hablen a sí mismos de manera positiva si les recordamos sus fortalezas y éxitos. Decir: “Qué buen ojo tienes para el color. Me encantó cómo decoraste tu habitación”, o “Qué considerado fuiste al invitar al niño nuevo de la escuela a tu fiesta de cumpleaños”, puede ayudarlos a sentar unas bases firmes para la autoconfianza.
Las técnicas de crianza consciente también pueden ser benéficas para impulsar la autoestima. La práctica de la atención plena puede ayudarnos a estar más presentes y atentos a las necesidades de nuestros hijos. Al escuchar de manera activa, validando sus sentimientos y proporcionando retroalimentación positiva, creamos un entorno alentador y enriquecedor que promueve la autoconfianza.
Desarrollar habilidades para la autoconfianza
Además de sentar bases firmes para la autoconfianza, es fundamental ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades que contribuyan a ella. Alentar su curiosidad y su espíritu explorador puede ayudarlos a conocerse a sí mismos y a identificar sus intereses, mientras que la expresión creativa puede apoyarlos a cultivar habilidades de autoexpresión. Podemos alentar su curiosidad y espíritu explorador haciéndoles preguntas abiertas, que no conduzcan a una respuesta en particular. Así, aprenderán a abordar las ideas de forma creativa en lugar de solo buscar una respuesta correcta. Por ejemplo, si nuestro hijo quiere que le leamos el mismo cuento antes de dormir, para ponerle chispa a la rutina podemos dejar la conclusión de la historia a su imaginación, pedirle que le ponga un título alternativo o que le dé una introducción diferente. Otras actividades para despertar la curiosidad y el espíritu explorador pueden ser cambiar su rutina o llevarlos a nuevos lugares para que adquieran nuevos intereses y ganen seguridad.
Desarrollar la resiliencia y estrategias de afrontamiento también es esencial para construir la autoconfianza. Cuando nuestros niños enfrentan desafíos u obstáculos, debemos animarlos a recuperarse y desarrollar estrategias para afrontar el estrés y la adversidad. Las técnicas de crianza consciente como modelar el hablarse a una misma de manera positiva y el regular nuestras emociones puede ayudar a nuestros hijos a cultivar la resiliencia y aprender mecanismos sanos de afrontamiento. Podemos animar a nuestros hijos a practicar yoga o meditación, los cuales promueven la relajación y el alivio del estrés, o a hacer lluvias de ideas para solucionar sus problemas. También debemos modelar estrategias sanas de afrontamiento, como darnos descansos o practicar ejercicios de respiración. Contar con estrategias positivas de afrontamiento ayudará a nuestros hijos a construir su autoconfianza.
Alentar relaciones sociales sanas
Las relaciones sociales sanas también son vitales para cultivar la autoconfianza. Desarrollar la empatía y la inteligencia emocional puede ayudar a nuestros hijos a comprender y conectarse con otros, mientras que alimentar amistades sanas puede ayudarles a crear una positiva red social de apoyo. Promover las habilidades sociales, como la comunicación, la cooperación y la resolución de conflictos, también puede contribuir a la autoconfianza de nuestros hijos. Las técnicas de crianza consciente, como enseñarles a los niños a escuchar de manera activa, validar los sentimientos de los demás y expresarse de manera empática pueden ayudarles a establecer relaciones sociales sanas.
Cada niño socializa de manera diferente. Debemos darles oportunidades de aprender en situaciones sociales en las que se sientan cómodos. Por ejemplo, podemos pedirles a nuestros hijos que cuenten cuentos a grupos de familiares y amigos, hacerlos usar el lenguaje corporal mientras se comunican, negociar con ellos cuando consideramos la compra de un juguete e invitarlos a defender sus argumentos. También podemos hacer juegos de roles con nuestros hijos como una forma de mejorar las habilidades sociales importantes para tener relaciones sanas.
Promover la independencia y la responsabilidad
Promover la independencia y la responsabilidad también es fundamental para cultivar la autoconfianza. Al presentarles a nuestros hijos oportunidades para tomar decisiones, arriesgarse y resolver problemas, estamos ayudándoles a ser eficaces y seguros de sí mismos. Promover la responsabilidad personal, como al realizar quehaceres y mantener un compromiso, también pueden contribuir al sentimiento de valía en nuestros hijos.
Las técnicas de crianza consciente como dejar a nuestros hijos elegir y equivocarse les ayudan a aprender y crecer. Rearticular los errores como oportunidades de aprendizaje y proporcionar una retroalimentación constructiva ayuda a nuestros hijos a desarrollar una mentalidad de crecimiento y fortalecer su autoconfianza.
Desarrollar una mentalidad de crecimiento
Por último, promover una mentalidad de crecimiento también puede contribuir a la autoconfianza de nuestros hijos. Alentar una actitud positiva hacia el aprendizaje, enseñar a nuestros hijos a aceptar desafíos y enfocarnos en el proceso más que en el resultado puede ayudarles a desarrollar una mentalidad de crecimiento. Esta mentalidad puede llevarlos a ver los errores y los obstáculos como oportunidades para el crecimiento y el desarrollo. Por ejemplo, usar el método de ensayo y error puede promover una actitud positiva hacia el aprendizaje. Cuando se estancan al solucionar un problema, ya sea en la vida real o en un juego, podemos dejarlos experimentar eso y el fracaso en su camino de aprendizaje. Debemos ser pacientes y dejarlos hallar su propia solución antes de decirles lo que nosotros pensamos. Podemos brindar ayuda, pero no debemos darles la respuesta de manera inmediata. Esto les ayudará a adquirir una mentalidad de crecimiento.
Las técnicas de crianza consciente como modelar una mentalidad de crecimiento, promover el esfuerzo por encima de la capacidad y brindar oportunidades para la autorreflexión ayudarán a nuestros hijos a desarrollar esta mentalidad.
Criar hijos con confianza en sí mismos requiere un enfoque integral centrado en sentar unas bases firmes para la autoconfianza, animarlos desarrollar habilidades para sentirse seguros de sí mismos, alentarlos a establecer relaciones sociales sanas, promover la independencia y la responsabilidad y alentar una mentalidad de crecimiento. Al poner en práctica técnicas de crianza consciente como la escucha activa, puedes nutrir la autoconfianza en tus hijos.